Importancia de los ecosistemas de manglares para la conservación de los medios de vida de las familias de la Bahía de Bluefields, RACCS, Nicaragua ante el cambio climático

Abstract

La mayoría de los ecosistemas del mundo están siendo intervenidos negativamente por la actividad antropogénica. Uno de ellos es el ecosistema de manglar. Nicaragua, no es la excepción, pues los manglares de la Bahía de Bluefields, que junto con los humedales conforman uno de los sitios Ramsar del mundo, también son fuertemente intervenidos. Para conocer la situación actual de este ecosistema, su vulnerabilidad ante el cambio climático y su vínculo con los medios de vida (MDV), se realizaron talleres, grupos focales y se aplicaron entrevistas semiestructuradas, utilizando el muestreo de bola de nieve. También se realizaron visitas in situ en el manglar, utilizando el muestreo dirigido para la selección de los sitios, así como proyecciones climáticas utilizando la base de datos WORLD CLIM del Banco Mundial. De acuerdo con el gradiente de cobertura/uso de suelo, la predominancia del tipo de bosque de manglar es alto, con árboles igual o mayor a 5 m (FR de 74% y 83%). La densidad del dosel es media (FR de 43% y 65%). Las especies identificadas fueron Avicennia germinans, Rhizophora mangle, Laguncularia racemosa y Conocarpus erectus, siendo la especie de mayor predominancia Rhizophora mangle con una FR de 54%. También se identificaron diversas especies de flora y fauna que forman parte del ecosistema. En cuanto a los servicios ecosistémicos que provee el manglar, la población percibe los de abastecimiento y regulación debido a que obtienen madera, purifican el agua y el aire y sustentan la pesquería. Lo anterior concuerda con los medios y estrategias de vida que realizan las familias: recibir remesas +ofrecer diferentes tipos de servicios +pescar; pescar +sacar piedras para la venta +procrear familias; pescar +sembrar +recibir remesas. De todos ellos, pescar es el MDV en común y que más afecta el manglar; por lo tanto, si el ecosistema llegara a colapsar, podría desaparecer la actividad pesquera en la zona. Por otro lado, las simulaciones climáticas indican que el cambio climático (CC) esperado para la zona está asociado al aumento de la precipitación (>5000 mm) y el incremento de la temperatura (0,4 a 0,8°C). Lo anterior se traduce en cambios en el nivel del mar. Ambas variables pueden afectar su distribución, modificar el momento de la floración y expandir los rangos del manglar a latitudes más altas. Los efectos para los MDV están relacionados con las probabilidades de olas de calor, las cuales irán incrementando conforme pasen los años (25% entre el 2020-2039 y 70% entre el 2080-2099). Así mismo, la estacionalidad de las lluvias será más marcada durante el periodo 2060-2079 (RCP 4,5); generando una diferencia muy marcada entre la época seca y lluviosa. Ambos efectos pueden impactar en la XIV economía de las familias, debido a que las principales fuentes de ingreso están relacionadas con la pesca (industrial y artesanal). Para proteger estos ecosistemas, garantizar la continuidad de los MDV y enfrentar los impactos del CC, los pobladores proponen el establecimiento de un sistema de vigilancia, monitoreo y control de las actividades que se realizan dentro del manglar, el aprovechamiento turístico del ecosistema, realizar un plan de manejo de los sedimentos que genera el dragado de la Laguna, campañas de educación ambiental y jornadas de reforestación. Por su parte, las instituciones propusieron reconocer el trabajo que realizan las diferentes organizaciones públicas y privadas mediante la creación de un programa denominado “Sello verde”, con el cual se galardone a los centros que pongan en práctica actividades medioambientales para la sostenibilidad del planeta.