dc.description.abstract | El incremento de la deforestación de carácter mundial puede tener consecuencias sobre la provisión de servicios ecosistémicos y biodiversidad. La cobertura de bosque en el planeta disminuyó de 31.6% a 30.6% en el periodo 1990 a 2015. Esto representa alrededor de 4000 millones de hectáreas deforestadas que cambiaron de cobertura y uso de suelo (CUS). A un nivel global, este cambio se dirige especialmente hacia tierras agrícolas con fines comerciales o de subsistencia. Esto supone a futuro, un riesgo a la sostenibilidad de los servicios ambientales de los que se beneficia la sociedad. La costa del Estado de Jalisco, en México, es un caso particular, pues el monitoreo al cambio de cobertura y uso de suelo (CCUS) muestra que las tasas de deforestación son más altas que el promedio nacional y que el principal CCUS es hacia agricultura o pastizal. Así, el Estado, que es uno de los principales productores agropecuarios de orden nacional, contribuye con el 20% de la deforestación y degradación forestal del país, a pesar de la implementación de diferentes mecanismos de conservación de recursos naturales. Tal dinámica de CUS, sumado a considerables incendios forestales, tendrá un efecto sobre la provisión sostenible de agua a futuro y la conservación de biodiversidad de la zona.
De tal manera, para entender el impacto que tienen el CCUS y los incendios forestales sobre los recursos hídricos y la biodiversidad en dos cuencas de importancia en la Costa de Jalisco, la presente investigación analizó la espacio-temporalidad de los incendios forestales, posteriormente, se describió la dinámica de CCUS en un escenario de implementación de mecanismos de conservación, y finalmente, se modelaron efectos de posibles escenarios de CCUS a futuro.
Se encontró una probabilidad máxima de incendio de 69%, ubicado en la parte noreste de las cuencas, que coincide con la mayor zona de producción agropecuaria del área estudiada. Alrededor de 1830 km2 tienen probabilidades de incendio por encima del 50%. Las actividades agropecuarias y las actividades ilícitas, son las que más originan incendios forestales. En el caso de la CCUS, la vegetación secundaria es la categoría que más incrementó su extensión (2009-2013) y lo hará a futuro (escenarios 2025), y obtiene sus aportes de las coberturas de agricultura y pastos. Productores con experiencia en mecanismos de conservación tienen mayor predisposición a mantener/incrementar la cobertura forestal a futuro. La principal característica que limita al productor a ingresar a un mecanismo, es el “Suficiente acceso a la información”, mientras que la posibilidad de “Subvención a áreas no productivas del rancho”, los motiva. La “Posibilidad de aprovechar el bosque en alguna actividad secundaria” es la principal característica que llama la atención de un productor, al elegir entre distintos mecanismos de conservación. De igual forma, la “Distribución espacial de los árboles en las demás áreas del rancho”, es la primera preocupación del mismo al planificar las actividades productivas. La “cobertura de bosque” sufre los cambios más importantes en tal planificación. Los valores del balance hídrico disminuyen para todos los parámetros modelados. Los cambios ocurren especialmente en la zona central, donde se ubica la principal zona productiva. Se anticipan condiciones adversas para la recarga hídrica y el flujo de retorno, como contribuyente a caudales de los ríos. Las métricas de conectividad (CONTAG, IJI clase, IJI paisaje) confirman que la vegetación secundaria desplaza a los demás parches, ratificando los procesos de degradación forestal y fragmentación del hábitat para la biodiversidad. | es_ES |