La influencia de árboles leguminosos y no leguminosos, sobre el forraje que crece bajo ellos

Abstract

El presente trabajo se hizo como una parte de un experimento iniciado en 1959 en el Departamento de Zootecnia del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, en Turrialba, Costa Rica, con el fin de determinar si los árboles de los potreros influyen sobre la cantidad y calidad del forraje que crece bajo ellos. En 1959 se sembraron 180 árboles de cuatro especies diferentes: tres leguminosas, Poró Gigante (Erythrina poeppigiana), Samán (Pithecolobium saman), y Madera Negra (Gliricidia sepium), y una no leguimosas, Laurel (Cordia alliodora). Se agruparon en 5 parcelas por especie con 9 árboles cada una, distanciados a 13 metros unos de otros. También se incluyeron cinco parcelas sin árboles. Debido a que a la época de este trabajo muchos árboles ya no existían y otros se encontraban en mal estado se consideraron solamente cinco árboles de cada especie, seleccionando uno de cada parcela, además de las cinco parcelas testigos. La selección de cada árbol se hizo considerando su desarrollo, su situación con respecto a los otros árboles y la presencia de pasto guinea (Panicum maximum). La población herbácea del potrero estaba formada principalmente por los pastos Guinea (P. maximum), Gamalote (Paspalum fasciculatum), Comino (Homolepis aturensis) y Pangola (Digitaria decumbens). También existían especies de hoja ancha y ciperáceas, aunque en menor cantidad. Para evaluar la influencia de los árboles se tomaron los siguientes datos: 1. Intercepción de luz de los árboles. 2. Cobertura de la vegetación herbácea. 3. Producción de materia seca de la capa herbácea y a) su contenido de proteína b) su contenido de fibra. 4. Nitrógeno total del suelo. 5. Observación y muestreo de raíces. 6. Recolección e identificación de las principales especies herbáceas. De los resultados de este trabajo se concluyó: 1. Los árboles leguminosos para proporcionar sombra al ganado en los potreros son beneficiosos porque aumentan el valor forrajero de los pastos que crecen bajo ellos, sin disminuir su cantidad. 2. El Laurel no afectó la calidad y cantidad del forraje, pero tampoco proporcionó suficiente sombra para el ganado. Considerando que el desarrollo de los árboles de Samán, Madera Negra y Laurel todavía no había llegado a su máximo, las conclusiones a que se llegan deberán tomarse como parciales y no como definitivas.