El uso de leguminosas como cobertura viva y muerta para el control de malezas en el cultivo de maíz, como alternativa al sistema de roza-tumba-quema, en Yucatán, México
Fecha de publicación
1995Autor
Caamal Maldonado, J. A.
Autor Corporativo
CATIE - Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza
Tipo
Tesis de maestría
Metadatos
Mostrar el registro completo del ítemTítulo alternativo
Use of legumes as cover crops and dead mulches for weed control in corn, as an alternative to slash and burn, in Yucatán, México
Descripción
Tesis (Mag.Sc.) - CATIE, Turrialba (Costa Rica), 1995
Resumen
Se realizó un estudio entre marzo de 1994 y febrero de 1995, en la Unidad Experimental de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Yucatán, México. Las leguminosas Mucuna deeringianum y Canavalia ensiformis fueron evaluadas como cobertura viva y Leucaena leucocephala y Lysiloma latisiliquum como cobertura muerta o mantillo para el control de las malezas en el cultivo de maíz. El estudio se dividió en dos fases. En la primera etapa, los tratamientos incluyeron ambas especies de cobertura viva sembradas en parcelas de 5 x 10 m, el mantillo de las leguminosas arbóreas y la aplicación de paraquat (0.60 kg/ha). Cuatro parcelas adicionales permanecieron en barbecho. El diseño experimental fue de bloques completos al azar. En la segunda fase experimental, las parcelas iniciales fueron divididas, recibiendo una de las subparcelas el mismo tratamiento de la primera etapa. Se sembró el maíz en ambas subparcelas (1.20 x 1 m). Las cuatro parcelas adicionales en barbecho, también fueron divididas en subparcelas para establecer: a) 1a. parcela en barbecho: M. deeringianum y C. ensiformis, intercaladas entre las hileras de maíz, a 50 cm entre plantas, b) 2a. parcela en barbecho: aplicación de mantillo de L. leucocephala y L. latisiliquum (12 t/ha de material verde), c) 3a. parcela en barbecho aplicación de herbicida (0.60 kg i.a./ha) y deshierbe manual, y d) 4a. parcela en barbecho maíz sin deshierbe y barbecho (sin maíz y sin deshierbe). El diseño utilizado en esta segunda fase fue de parcelas divididas. La biomasa total de malezas fue evaluada a los 60 y 90 días después de la siembra (dds) de las coberturas, en la primera fase, y a los 20 y 60 dds, en la segunda etapa. La cobertura de malezas fue evaluada en los mismos intervalos, pero se incluyeron otras dos evaluaciones (a los 30 y 45 dds del maíz, en la segunda etapa). También se midió la altura de C. ensiformis, y la cobertura del terreno por M. deeringianum y C. ensiformis, cada 30 días en ambas fases. Adicionalmente, al finalizar cada fase se determinó la biomasa de M. deeringianum y C. ensiformis. Finalmente, se determinó el rendimiento de grano y la biomasa vegetativa del maíz. En la primera fase experimental, las diferencias en biomasa de malezas se hicieron evidentes hasta el segundo muestreo. Las parcelas con cobertura viva, acumularon la menor cantidad de malezas, comparadas con las parcelas en barbecho y con las coberturas muertas. En la segunda fase experimental, el mejor control de malezas se observó en las parcelas con residuos de leguminosa de la primera fase. Asimismo, las parcelas con leguminosas sembradas por vez primera, acumularon menos malezas que los testigos. La cobertura de malezas siguió un patrón similar, siendo menor en las parcelas con residuos de M. deeringianum y C. ensiformis. Los testigos del agricultor (deshierbe manual y aplicación de herbicida), también mostraron un buen control de malezas. C ensiformis, alcanzó su mayor altura (1.60 m) en la primera fase, cuando fue sembrada en monocultivo. En la segunda etapa, la presencia del maíz redujo su crecimiento en un 50%. La cobertura ejercida por las leguminosas también fue reducida en la segunda etapa, ya que al ser sembradas en monocultivo, alcanzaron rápidamente valores elevados (96), mientras que en el segundo caso, se desarrollaron más lentamente, alcanzando como máximo un 70% de cobertura para Mucuna. El rendimiento de grano de maíz fue superior en las parcelas con residuo de C. ensiformis en comparación con las que tuvieron residuo de M. deeringianum, debido a la mayor cantidad de biomasa producida por la primera. La producción de grano también fue mayor en las parcelas con coberturas comparadas con los testigos del agricultor. Asimismo, las parcelas con coberturas vivas (sin residuo de la primera fase) produjeron más grano que las coberturas muertas.
Palabras clave
Representación
Sede Central
Asesor
Valverde, B.
Editor
CATIE, Turrialba (Costa Rica)
URI (Enlace permanente para citar o compartir este ítem)
https://repositorio.catie.ac.cr/handle/11554/10540Colecciones
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